¿Volverás?

Publicado por Espectro , jueves, 20 de octubre de 2011 15:27


En esta hora fría,
en la que alimento con poesía tu ausencia,
me pregunto si te ha molestado,
el no haberte ido a despedir al puerto,
pero, ya sabes que nunca me gustaron las despedidas,
y menos las que parten en una vuelta lejana.

Te vas allá donde el mañana brilla en lo alto del cielo,
donde los suspiros guardan fragancias de azahar,
yo inexperto en las labores de tu ausencia,
leeré sobre las líneas de los poemas que dictan lejanía,
tus ojos, tu risa, tu actitud irrevocable,
y haré alguna sonrisa violenta al no tenerte a mi lado,
para dictarte tan bella melodía.

Te vas,
y aunque estarás cómo siempre –radiante-,
aquí estaré yo, procurando no reír con violencia,
viendo pasar las horas y los minutos constantes,
hasta tu regreso, donde la vida ya por fin sonría,
y los días felices sean por fin un hecho real,
y no un reino de la ficción literaria.

Te vas,
Pero ya llegarán tiempos donde todo vuelva a ser igual,
Donde visitemos los lugares que tanto conocemos,
Llegará el día del cambio,
Donde camine contigo, libertad…
Si me permiten los tiranos.

Sucede

Publicado por Espectro , miércoles, 12 de octubre de 2011 7:40


Sucede, que a veces me canso de ser hombre, *1*
Y que no sé reconocer entre lo bueno y lo malo,
Que no sé distinguir al fin y al cabo,
Qué es realidad en tu mundo ficticio.
Sucede, que a veces me choco contra las paredes,
Que llevan pintadas destrozos y fracasos,
Y escribo en ellas, cómo si las palabras fueran a ir,
Volando hacia ti.
Sucede, que a veces soy protagonista,
Y me siento Lord Jim hundiendo su barco,
Un Rick Blaine con avioneta a la vista,
Una odisea en tu espacio...
Y sucede, que a veces,
Parto de una idea con diferentes finales,
Y me acostumbro demasiado tal vez,
A soñar despierto un final adecuado.
*1: Un pequeño robo a Neruda.

Otra película de ciencia ficción

Publicado por Espectro , miércoles, 13 de julio de 2011 16:29

Qué caro cuesta soñar a veces,
Cuando andas impasible,
Por el paso peatonal del fracaso,
Y sueñas con ser libre.
Es tan efímero dicho sueño,
Que parece que no ha pasado nada,
Pero bien sabes que cuando se quiera hacer realidad,
Ya nada será lo que es ahora…
Y vivir libre tan sólo será,
Otra película de ciencia ficción.

Progreso adecuadamente

Publicado por Espectro , jueves, 7 de julio de 2011 16:34

"Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar."

Por regla general, con Antonio Machado estoy de acuerdo en la mayoría de sus escritos, y este si se me permite editarlo un poco estaría mejor resuelto así:

"Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo peor de todo, despertar o soñar despierto".

Es aquí donde hago mella del sueño que se intenta conquistar pero que siempre se me escapa de entre las manos en las mañanas cálidas de Verano, donde pesa más la cabeza que el propio calor que se manifesta en mis pupilas indecentes de rock amargo y persianas de fracasos.
Por más que se intenta conseguir algo, nunca se consigue, pero algunas veces eso viene bien.
¿Será este el punto final, o serán los puntos suspensivos que tantas otra veces han aparecido a lo largo de mi vida?.
Bueno, sea como fuere, intentaré progresar adecuadamente y dejaré de estar tan loco y mirar tanto a cosas que a lo mejor no merecen tanto la pena en mi mente.

Mitín de negación

Publicado por Espectro , jueves, 9 de junio de 2011 16:04

No te voy a negar,
Que a veces me fijo en tus rítmicas caderas,
Y vivo el verbo vivir al filo de la muerte,
Acomplejado por ser Don Juan de las Cavernas.

No te voy a negar,
El desafío que me lanzas en tu mirada,
Manchada de luz de luna,
Herida por la mañana.

No te negaré,
Que en cada parada camino al trabajo que nunca tengo,
Las canciones se vuelven en contra mía,
Recordándome a ti constantemente.

Pero te negaré, querida,
Que en estos tiempos que corren,
Donde los besos saben a poco y son caros,
Yo tengo que pedir un crédito para entrar en tus labios.

En los labios que saben a limón agrio,
Donde guardas la fruta prohibida del pecado,
Donde escondes los sueños que lanzaste al mar,
En una botella con una nota:

“Sueño que sueño al poeta,
Víctima de los oleajes,
Que en esta isla pérdida,
No fue nunca a parar”.

No te negaré,
Que te faltaba la esperanza en aquellos días,
Que sin lucha no hay victoria,
Lección que pareces no haber aprendido.

Y no te negaré, querida,
Que marcaste el estilo de vida de este babuino,
Colgado en las ramas de tu isla maldita,
Como lo hizo alguien en tiempos pasados.

Ahora, sí te negaré,
Que los besos dados en el pasado,
los guardo en la zona del mapa del tesoro,
que hay entre tus kilómetros y los míos.

Te extrañará

Publicado por Espectro , viernes, 20 de mayo de 2011 4:56


Te extrañará que te escriba a estas horas,
Pero el insomnio me despierta cada dos por tres,
Con el teléfono ardiendo de heridas,
Al compás de la sintonía del pasado.
Llamada de espera de tus labios,
Que saborearon las horas del día y la noche,
Que se arrastraron por debajo de la puerta,
Donde el deseo y el placer habitaban.
Te extrañará al fin y al cabo,
Que vagase por las dunas de tu desierto,
Saciase mi sed en un lago cualquiera,
Y luego fuese un espejismo de este loco.
Te extrañará que fuese Adán en tu paraíso,
El vino tinto con el que mojabas tus noches,
Donde borracha de la pasión que ofrecía,
Te lanzabas al precipicio de la manzana prohibida.
Te extrañará que este acuse de recibo en forma de llamada,
No guarde el hasta nunca que tenía previsto decirte,
No adhiera mis heridas como sello de mis días,
No pinte de gris el día que ha amanecido ya.
Te extrañará, que acabe llamando a tu puerta ahora,
Para dejarte este mitin maquillado de recuerdo,
Y que detrás de la pintura guarda orgulloso;
El olvido del recuerdo.

El hombre que miraba a través de la ventana

Publicado por Espectro , jueves, 28 de abril de 2011 16:29


En el Abril de esta primavera que para algunos no ha empezado por cuestiones anímicas independiente a los sentimientos de cada uno, él espera en su ventana, como cada mañana, el momento en que la ciudad, las horas, el mundo, el tráfico, en fin, en que todo se para, el momento en que pasa la figura deslumbrante de la muchacha a la que él día tras día se levanta a las siete de la mañana para verla salir del portal de enfrente radiante y luminosa, mirándola y recibiendo una quemadura en la retina y en el alma al verla, pues como a él le parecía, el enamoramiento puede causar quemaduras, en muchos casos irremediables, en otros casos remediables con una única receta; el tiempo.
Él, cuando se levantaba a las seis y media y encendía la radio para posteriormente darse una ducha, pensaba casi siempre que no llegaría a tiempo para ver a la muchacha salir hacía…quién sabe dónde.
Así llevaba ya unos meses, repitiendo constantemente la rutina de día tras día levantarse, menos los sábados, que los enamoramientos también descansan los fines de semana y algunos festivos, lo cierto es que de todas formas y sólo por si acaso, él se levantaba y cuando no la veía lo pasaba realmente mal, en una angustia constante de 48 duras horas sin verla.
Una mañana normal para él, se dio su ducha diaria, se postró en la ventana a las siete menos cuarto y cuando llegaron las siete no salió la muchacha.
Bien es cierto, que podía haberse dormido o tal vez la habían despedido de su trabajo, pero lo cierto es que todo cambió de un momento a otro, en una simple llamada a su puerta.
Cuando se dispuso a abrir la puerta, ante él…Un sueño…No, no sabía que era, el caso es que estaba seguro que era ella, aquella chica a la que contemplaba día tras día, librando como ya he dicho los fines de semana.
Un tímido hola entre ambos inició la conversación que llevó al chico a la inmensa felicidad pues la muchacha se había quedado hace 2 meses sin trabajo, pero para sorpresa de él, ella salía sólo para sentirse mejor gracias al enamoramiento que ella había notado que tenía el chico por ella pues su vida estaba desestabilizada completamente y eso le hacía sentir bien.
Ella, había decidido mudarse pero antes de nada decidió darle las gracias a aquel muchacho por alegrar aunque fuese un poco su día a día, y decidieron entre ambos enviarse cartas para mantenerse en contacto, acto seguido de esto, ella se fue en un coche azul, con la maleta en la mano y con la dirección apuntada en un papel en el bolsillo.
Del chico se sabe que se siguió enviado cartas con la muchacha, y que a pesar de su monotonía diaria y de que el mundo seguía siendo tan bastardo con él y de que cada vez se fiaba menos de la gente, sabía que lejos de él había una persona que se preocupaba con él, o si no siempre quedaba quedarte contigo mismo, que a fin de cuentas sales ganando por no tener que dar nunca explicaciones sobre nada.
Y descubrió que a veces estar sólo era una gran ventaja, y que cada día, tenía más seguro de que estaba completamente loco por él mismo…

El viaje

Publicado por Espectro 3:29

Antes de partir, él le dijo a ella:

-Amor mío, tengo que partir, nuevos horizontes lejanos me esperan, allá donde el mar y el cielo juntan sus labios, tesoros escondidos en un cofre, enterrado en una playa que por alguna razón, no aparece en ningún mapa, en lejanos acantilados donde la brisa del mar susurra mi nombre a golpe de ola. Amor mío, tengo que marchar, pero espérame…Regresaré, seremos los mismos, pero con la certeza de haber iniciado el viaje que anunciaban las sirenas, con la certeza de haber asumido el riesgo de estar vivos…Adiós.

La despedida con el típico beso de película finalizó con el viaje que emprendió él hacía aquellos horizontes lejanos donde hace menos de dos minutos, él estaba relatándole a Penélope, a su Penélope, su despedida.
Se fue, de eso no cabe duda.
Penélope se quedó esperando; día tras días, mes tras mes…
Apretando el pañuelo blanco del desconsuelo, lo llevó hasta su pecho, soñando ser fanal que atrajera a su amante de nuevo junto a ella, a sus brazos.
Con los ojos heridos por el salitre y el alma roja por los sargazos, mirando el lejano horizonte, tratando de adivinar la silueta de un barco lejano que le trajera de vuelta a su hombre.
Algunos le hicieron la vuelta más amena, pero siempre con un gesto sincero de entretenimiento y no de lujuria por mucho que pensasen otros. Ella nunca lo permitiría, pues cada día que pasaba era más consciente de que su hombre, a pesar de no estar de vuelta en un largo tiempo, seguía vivo, seguro.
Todos los días miraba a ese horizonte lejano, empeñada en buscar aquel velero que le trajera de vuelta a su vida.
Ella, estaba un día como otro en la playa, con los pies enterrados en la cálida arena blanquecina que vertió su reloj, el reloj de la larga espera, mientras el mar soplaba y soplaba sin llevar a los oídos de Penélope el susurro de la voz de su amado hombre.
El faro que soñó ser una vez ella empezó a parpadear, las gaviotas cruzaban el cielo naranja con prisa, mientras Penélope continuaba con la tan ansiada tarea de intentar divisar a lo lejos aquel velero, esperando y esperando, y mientras haciendo balance de lo vivido.
Penélope reflexionaba, pensaba, tratando de llegar quizá a alguna conclusión, haciendo repaso de los caminos andados, de las decisiones tomadas, y Penélope se dijo a sí misma:

-No puedo seguir con esto, no puedo estar toda la vida esperando.

Ella se marchó a buscar nuevos horizontes como antes lo había hecho su hombre, y no supo encontrarlos en la curvatura de su espalda.
Y efectivamente, al día siguiente Penélope abandonó el lugar camino de un barco que bautizó como “Nueva vida”, con una sonrisa que le hacía bien a su hermoso rostro, llegando a un nuevo lugar donde tal vez protagonizase otros besos de película más apasionados y verdaderos que los que se dio con aquel hombre del pasado.
A ella ahora le va bien, tiene una relación estable y es feliz, no solamente por la felicidad amorosa (que influye en menor cantidad) sino porque su vida ha cambiado.
Le van bien las cosas, y del tipo que espero tanto tiempo, no ha tenido noticias, pero si lo que preguntas es si todavía piensa en ella, responderé a tu duda con una rotunda afirmación, asintiendo con la cabeza.
Algunas tardes de invierno, cuando duelen esas viejas heridas que parecen no cicatrizar nunca, piensa en él, cuando aparece un barco en una pantalla de cine con el mar embravecido, hace como en aquella ocasión balance de lo vivido, en las decisiones tomadas de los caminos desechados, trata de llegar a alguna conclusión y se dice convencida algo:

-No sabe aquel tipo lo que se perdió.

Y queda segura de que el pasado no son sino un cúmulo de cosas que no sirven para nada, puesto que lo que importa es escribir el presente.

Infierno

Publicado por Espectro , sábado, 26 de marzo de 2011 17:22


La lluvia cae a borbotones fuera, en la calle,

En casa, las horas pasan lentas sin distracción,
Y pasa aún más lenta, cuando tus viajes se hacen largos,
Cual Ulises ante la ira de los dioses.

Con más fuerza que la lluvia, caen silencios en mi morada,
El añoro vuelve a ser motivo de escritura, y es que,
Estás tan cerca pero a la vez tan lejos, o al revés, no sé,
No me he parado a contar la distancia exacta entre nosotros.

La luz está tenue, y mis ideas no salen nunca a flote,
Se ahogan en tu mar de incertidumbre,
En tus viajes con destino infernal a la ciudad donde,
Los locos, se hacen más locos aún cuando te ven pasar.

De las baldosas que piso cuando voy hacía los bares,
Salen miles de hiedras venenosas,
De enredaderas sostenidas por el tiempo,
De un futuro incierto…De tu llegada.

Iba a cuidarme te dije antes de tu partida,
Pero fíjate, te he mentido,
No he sabido cuidarme de mi mismo,
Pues si tu ausencia se hace presente, caigo en el olvido.

Quise dar una tregua a mi cabeza,
Te dije en las últimas palabras que nos pronunciamos,
Pero ella incluso llora tu ausencia sumida a la locura,
Dándome pinchazos en forma de sueño, con tu figura.

Compañera, si estás leyendo esto,
Si quieres alejarte de mi frontera,
Me condenarás a muerte,
Que es siempre la condena de tu ausencia.