Condenador de esperanzas

Publicado por Espectro , miércoles, 27 de octubre de 2010 13:37

Vereda fría en invierno,
Enturbia la villa y grita el sueño,
No se me escapa nada por estos lugares,
En los que máscaras de envidia caen.

Te encontré a medianoche,
Sola, bajo la tenue luz del neón,
Derrumbada en adioses de otros labios,
Que suculentos cerraron tus heridas.

Él marchaba, cómo lo hago yo ahora,
Cuando la lluvia cae en silencio;
¡Oh! Lluvia fina y sincera,
Que cae cómo si fuesen lágrimas.

Me alejo y quedas pálida,
Duele el adiós cuando es cierto,
Adiós que es un oleaje,
Para un náufrago muerto en sentimiento.

El pretérito me llaman,
En estas zonas donde los winkas,
Predijeron hace no mucho tiempo,
Una sóla lágrima por este apego.

El condenado, el soñoliento, el volátil,
Son algunos de los otros sobrenombres,
Por este lugar de neones en los que te conocen a ti,
Cabrón destino, condenador de esperanzas.